Hace rato no confieso nada, hoy es el día.
Nací el 3 de septiembre, lo que me convierte, automáticamente en Virgo.
Yo no me veo Merlina, pero tengo ciertos conocimientos de astrología. Virgo, signo terrestre, está gobernado por el planeta Mercurio, del mismo nombre que el antiguo dios mensajero de los romanos –eso lo bajé de Encarta-.
Se que, gracias a mi signo tiendo a ser crítico –ténganme miedo-. Los astrólogos consideran a las personas nacidas bajo el signo de Virgo obsesionadas por los detalles, analíticas, inteligentes y esforzadas. En los trabajos difíciles los virgo se comportan como si todo les resultara fácil, pues son flexibles y buenos organizadores. Se dice que les importa más hacer bien su trabajo que recibir elogios, por lo que tienden a ser modestos. También son perfeccionistas y les preocupa que sus proyectos o situaciones no alcancen sus altas expectativas. La enfermería y los trabajos en las industrias de servicios, la salud y la nutrición, el secretariado o la administración, así como la enseñanza y la edición –¿Dónde está la publicidad?, son profesiones tradicionalmente asociadas con el signo de Virgo –está bien, eso lo baje de Encarta, también-.
Pero se que hay algo que nos preocupa a todos, y en especial a los virgos – estoy rodeado de muchos-: Nos gusta asegurarnos en los distintos campos de acción en los que trabajamos, ya sea en el trabajo, en la salud, el dinero o en el amor. Yo estoy empezando a trabajar, mi salud está constante, el dinero es esporádico –viene y se va- y el amor…
Ya Encarta corroboró mi perfeccionismo. Crecer a la sombra de un artista (mi papá es pintor) y una decoradora (mi mamita) me dio un estricto sentido de la estética visual. Estoy consciente que nacimos imperfectos pero busco alguien perfecto y cuando veo algo cercano a eso –eso que ya no soy tan visual como antes- lo guardo en mi baúl de opciones a futuro; por eso hoy quiero pedir perdón a todas las personas a las que les mantengo viva la esperanza de estar envueltos sentimentalmente conmigo –sean hombres o mujeres-. En la oficina de al lado tengo Club de Fans –Mis grillitas consentidas, las adoro, N.C.N, N.M.O. P.U.T.A, xoxo-.
A veces -.consciente o inconscientemente- lo hago, muchos dejamos relaciones en remojo mientras pasa el tiempo, esperando que llegue alguien mejor. Mi sonrisa suele expresar cosas que no son así. Por eso, la próxima vez que vean que les sonrío coquetamente y se sientan aludidos con el tema, mándenme a comer caca virguiana.
Namasté a todos ;)
lunes, febrero 20, 2006
Maibeivy
Jueves 16 de 2006
Tengo un hijo/a!!!
Su nombre es Maibeivy y es un pajarito/a que me encontré en la calle cuando regresaba del gym con Servio Sulpicio (o como se escriba). Creo que es medio cieguito/a porque no se ha asustado cuando lo/la agarro y como me ve una cresta –me volví a cortar el pelo- el/ella dirá: “ahy, que mamá tan rara la que tengo”- en idioma pajarito, claro-.
Luna Saturno me dice que debe estar agonizando porque pasa durmiendo y huele feo –lo último es mentira- pero tengo la esperanza que un día vuele a mis brazos cuando llegue del trabajo y me dé muchos picos –tan charro, pájaro, picos –.
Hoy le di agua y unas migas de galletas –de las Saltinas de Mario, gracias-, pero se niega a comer bien. Está como asustado/a, pero yo lo/la estoy cuidando. En realidad no se si tenga un problemita en las alas, las patas o el ojo izquierdo, ese si no lo abre bien. Yo creo que tiene hasta problemas mentales –¿como la mamá?-, a veces se pega unos saltos cuando se está durmiendo en mi mano –ya me la cagó, pero todo sea por amor-.
Se vienen días de trabajo duro: por un lado en el trabajo ahora es cuando empiezan a moverse las cuentas, anexo a la de Pinky, que se le está haciendo cambio de imagen. Por el otro lado, en mi proceso de mejoramiento personal continuo tengo varias cositas planeadas. Cuidar un hijo/a, leer varios libros, continuar las dos tesis, seguir una rutina más dura en el gimnasio, mejorar la alimentación, seguir llegando temprano al trabajo y siendo igualmente eficiente y efectivo –si me ven, no me reconocerían-; en definitiva voy a ser el man más chimbita y el mejor preparado. Para criar a mi hijo/a debo ser un padre/madre soltero/a como ninguno/a otro/a.
Namasté a todos/as.
Lunes 20 de 2006
PD. Ha muerto Maibeivy, Diego Doria, Su Padre/Madre invitan a tomar tinto en su casa –yo no sé momificar pájaros y ya estaba oliendo feo y por eso lo boté, no voy a hacer entierro-. Al parecer no aguantó tanta manoseadera en la casa y decidió suicidarse. Dejó una nota en la que decía: “Piii Piii Piii Piii Piii irrgg irrgg Piii Piii irrgg Piii…Atte: Maibeivy”. Qué lastima.
Mentira, Su cabecita se atrancó en la canastita donde lo/la tenía y por estar en unos quinces, rumbeando, no me di cuenta. No me pegó muy duro, de cierta forma estaba preparado. Ya me había dado cuenta que era totalmente ciego/a, y es muy duro vivir así, tan ciego/a, cuando nuestro destino es volar libres.
Lo peor es que nunca sabré si era pájaro o pájara.
Namasté a todos/as.
Tengo un hijo/a!!!
Su nombre es Maibeivy y es un pajarito/a que me encontré en la calle cuando regresaba del gym con Servio Sulpicio (o como se escriba). Creo que es medio cieguito/a porque no se ha asustado cuando lo/la agarro y como me ve una cresta –me volví a cortar el pelo- el/ella dirá: “ahy, que mamá tan rara la que tengo”- en idioma pajarito, claro-.
Luna Saturno me dice que debe estar agonizando porque pasa durmiendo y huele feo –lo último es mentira- pero tengo la esperanza que un día vuele a mis brazos cuando llegue del trabajo y me dé muchos picos –tan charro, pájaro, picos –.
Hoy le di agua y unas migas de galletas –de las Saltinas de Mario, gracias-, pero se niega a comer bien. Está como asustado/a, pero yo lo/la estoy cuidando. En realidad no se si tenga un problemita en las alas, las patas o el ojo izquierdo, ese si no lo abre bien. Yo creo que tiene hasta problemas mentales –¿como la mamá?-, a veces se pega unos saltos cuando se está durmiendo en mi mano –ya me la cagó, pero todo sea por amor-.
Se vienen días de trabajo duro: por un lado en el trabajo ahora es cuando empiezan a moverse las cuentas, anexo a la de Pinky, que se le está haciendo cambio de imagen. Por el otro lado, en mi proceso de mejoramiento personal continuo tengo varias cositas planeadas. Cuidar un hijo/a, leer varios libros, continuar las dos tesis, seguir una rutina más dura en el gimnasio, mejorar la alimentación, seguir llegando temprano al trabajo y siendo igualmente eficiente y efectivo –si me ven, no me reconocerían-; en definitiva voy a ser el man más chimbita y el mejor preparado. Para criar a mi hijo/a debo ser un padre/madre soltero/a como ninguno/a otro/a.
Namasté a todos/as.
Lunes 20 de 2006
PD. Ha muerto Maibeivy, Diego Doria, Su Padre/Madre invitan a tomar tinto en su casa –yo no sé momificar pájaros y ya estaba oliendo feo y por eso lo boté, no voy a hacer entierro-. Al parecer no aguantó tanta manoseadera en la casa y decidió suicidarse. Dejó una nota en la que decía: “Piii Piii Piii Piii Piii irrgg irrgg Piii Piii irrgg Piii…Atte: Maibeivy”. Qué lastima.
Mentira, Su cabecita se atrancó en la canastita donde lo/la tenía y por estar en unos quinces, rumbeando, no me di cuenta. No me pegó muy duro, de cierta forma estaba preparado. Ya me había dado cuenta que era totalmente ciego/a, y es muy duro vivir así, tan ciego/a, cuando nuestro destino es volar libres.
Lo peor es que nunca sabré si era pájaro o pájara.
Namasté a todos/as.
lunes, febrero 13, 2006
Un nuevo viaje, un nuevo amor…
Particular mi caso. En mi constante búsqueda de afecto –conscientemente inconsciente- me he dado a la tarea de buscar pareja en el bus. Mentiras, pero si es inevitable buscar miradas que se conecten con la mía, luego, claro está, de obtener el permiso para seguir observando -“Body lenguaje” que le dice Kylie-.
En un bus hay de todo. Una disimulada mirada fugaz -que se convierten en una lluvia de estrellas-. Son estas, miradas atrevidas, que no buscan pedir permiso, solo robar recuerdos fotográficos que desaparecerán gracias a la memoria a corto plazo. La llaman, también, “no soy gay, soy muy observador”
La mirada “me estoy acomodando el pelo”, escurridiza y más atrevida aún, pero quizá, en búsqueda del permiso que suprima el disimule.
“Knock, Knock” va acompañada de una expresión pícara –tirando a perris- y la sonrisa casi indetectable de la Mona Lisa. Es una carta de presentación y viene antecedida de un “¿qué horas tienes?” o un “que calor/frío hace, ¿no?”. Que conste, nunca he hecho la primera de estas, en serio. Hoy casi hago una, seguida de un: “¿te puedo preguntar algo?, ¿dónde compraste ese cinturón?”, de verdad estaba lindo. El cinturón, claro –yeah, right-
Y que tal la “te quiero comer la boca”, no es a los ojos, es directa y descaradamente a la geta –Nasty, huyan y piensen en sus abuelitas bañándose, o…, never mind-.
Siempre he querido hacer una mirada que diga “me inspiras ganas de conocerte”, pero hacen faltan guevis. Hay gente que lo inspira.
Odio, las “mírame, yo también soy gay”; usualmente las respondo con una “si, pero no soy perra”.
Es hasta divertido, a veces, el juego de miradas en el bus.
Como pueden ver aún estoy solo. He mirado y me han mirado, pero es imposible conocer a alguien en un Circular Sur, ¿no? y me quiero dar a la tarea de conocer antes de actuar. A la final esas miradas solo avivan falsas ilusiones –son Miradas pasajeras, Jiji- que terminan cuando uno de los dos se baja antes que el otro, a veces con una mirada de “hasta la vista”, o, si se lo merece, de “Namasté”.
“Namasté”.
En un bus hay de todo. Una disimulada mirada fugaz -que se convierten en una lluvia de estrellas-. Son estas, miradas atrevidas, que no buscan pedir permiso, solo robar recuerdos fotográficos que desaparecerán gracias a la memoria a corto plazo. La llaman, también, “no soy gay, soy muy observador”
La mirada “me estoy acomodando el pelo”, escurridiza y más atrevida aún, pero quizá, en búsqueda del permiso que suprima el disimule.
“Knock, Knock” va acompañada de una expresión pícara –tirando a perris- y la sonrisa casi indetectable de la Mona Lisa. Es una carta de presentación y viene antecedida de un “¿qué horas tienes?” o un “que calor/frío hace, ¿no?”. Que conste, nunca he hecho la primera de estas, en serio. Hoy casi hago una, seguida de un: “¿te puedo preguntar algo?, ¿dónde compraste ese cinturón?”, de verdad estaba lindo. El cinturón, claro –yeah, right-
Y que tal la “te quiero comer la boca”, no es a los ojos, es directa y descaradamente a la geta –Nasty, huyan y piensen en sus abuelitas bañándose, o…, never mind-.
Siempre he querido hacer una mirada que diga “me inspiras ganas de conocerte”, pero hacen faltan guevis. Hay gente que lo inspira.
Odio, las “mírame, yo también soy gay”; usualmente las respondo con una “si, pero no soy perra”.
Es hasta divertido, a veces, el juego de miradas en el bus.
Como pueden ver aún estoy solo. He mirado y me han mirado, pero es imposible conocer a alguien en un Circular Sur, ¿no? y me quiero dar a la tarea de conocer antes de actuar. A la final esas miradas solo avivan falsas ilusiones –son Miradas pasajeras, Jiji- que terminan cuando uno de los dos se baja antes que el otro, a veces con una mirada de “hasta la vista”, o, si se lo merece, de “Namasté”.
“Namasté”.
Got to have Faith
Ya he repetido, más o menos 315.984, 2 veces, que nací en una familia altamente religiosa; eso contribuyó de buena forma en la formación de una ética moderada en mi persona, pero la religión también contribuyó a la destrucción de mi fe. Paradójico, ¿no?. Pero sí, La moral y las “buenas conductas” que proclaman las religiones latinas se contradecía con las muchas creencias que se iban formando en mi mente, a medida que crecía, en especial lo relacionado con la sexualidad. Durante mucho tiempo oculté mi “defecto” –como le dice el muñequero en Sincelejo- y con esto, se sembró un rechazo hacia “eso” que estaba en mi contra.
Todas las religiones son buenas, ya que promueven el beneficio humano, todas, en distintas palabras, pero el hombre tiene la capacidad de ser corrompido y, luego, corromper, acción que repite en toda ocasión en la que, aprovechando la debilidad humana, se pueda ver beneficiado. Esto son las instituciones religiosas. Empresas que se benefician con la debilidad humana. Ya Freud había definido la fe –religión-como uno de los posibles ejes en que puede girar la vida de una persona -los otros tres no los recuerdo- y es delicado jugar con el eje de la vida de una persona.
Así, se produjo un alejamiento entre la iglesia y yo. Me volví ateo de pensamiento. Consideraba el mundo como una simple casualidad de la física y la química. Nada de causa, nada de fondo. Pero mi cuerpo sentía algo. Yo no sabía interpretar lo que me decía.
Dicen que el que anda entre la miel, algo se le pega. Empecé a andar con locos que pusieron en duda todas mis creencias. Muchas ya las he cambiado, hay otras que se resisten – mis pies no tienen puente y soy virgo-. Ya reconocí que mi rabia era en contra de las instituciones que juegan con la fe y que necesito traer la mía de vuelta.
Ella, merodea de vez en cuando por allí. Cambiando la forma en la que veo a las personas con las que convivo. A veces soy feliz conjugando el verbo ser, en presente, con el sustantivo loco y, simplemente, soy un loco feliz. A veces se va y choco con todo lo que veo, por ejemplo, hoy.
¿A quién se le ocurre pensar que el universo está conectado y que te envía señales? ¿qué fuma Coelho?
Por ejemplo, el miércoles cumplió Fran y escuché que estaban regalando boletas para Brokeback Mountain en Parque Lleras –THE perfect gift- No tenía dinero si no para regresar a mi casa. Lo que significaba una caminata de 45 minutos. La hice y cuando llegué, “los mandingas de la W se fueron hace como una hora”, dijo un cuidandero de carros –así lo escuché yo-. Otros 45 minutos de regreso con hambre.
Jueves, El Colombiano está regalando boletas dobles. Hoy tengo plata para dos buses, más el de regreso a mi casa y para otro periódico -para invitar, en total, a tres amiguitos-. Recorte cupón, diga mentiras en la agencia y salga a la cita con la “directora de la tesis”. Salgo, los carros no me dejan pasar, casi me atropellan. Me monto al bus, llego al Colombiano en Envigado, “no las pinches boletas se reclaman en la oficina del Poblado”- me respondió el vigilante. Tomo el segundo bus disponible hacia El Poblado, compro el segundo periódico, llego a la oficina a las 11 y media A.M. y “una fila larguísima de perras locas y escandalosas se llevó todas las boletas desde las 9 de la mañana”, dijo la secretaria –o así me lo imaginé yo-. 40 minutos caminando hasta la oficina.
La vida está llena de señales, muchachos, pequeñas señales. Solo que hay días, como hoy, en los que no las quiero escuchar hasta que ya es demasiado tarde. Mi falta de fe me cierra los ojos.
Me duele la razón…
Namasté.
Pd. Que bueno que a las “perras locas y escandalosas” ya cada vez les da menos temor demostrar quienes son. Nunca me hubiese imaginado una fila de personas reclamando boletas para ver una película de temática gay. I’m PROUD…literal y metafóricamente.
Todas las religiones son buenas, ya que promueven el beneficio humano, todas, en distintas palabras, pero el hombre tiene la capacidad de ser corrompido y, luego, corromper, acción que repite en toda ocasión en la que, aprovechando la debilidad humana, se pueda ver beneficiado. Esto son las instituciones religiosas. Empresas que se benefician con la debilidad humana. Ya Freud había definido la fe –religión-como uno de los posibles ejes en que puede girar la vida de una persona -los otros tres no los recuerdo- y es delicado jugar con el eje de la vida de una persona.
Así, se produjo un alejamiento entre la iglesia y yo. Me volví ateo de pensamiento. Consideraba el mundo como una simple casualidad de la física y la química. Nada de causa, nada de fondo. Pero mi cuerpo sentía algo. Yo no sabía interpretar lo que me decía.
Dicen que el que anda entre la miel, algo se le pega. Empecé a andar con locos que pusieron en duda todas mis creencias. Muchas ya las he cambiado, hay otras que se resisten – mis pies no tienen puente y soy virgo-. Ya reconocí que mi rabia era en contra de las instituciones que juegan con la fe y que necesito traer la mía de vuelta.
Ella, merodea de vez en cuando por allí. Cambiando la forma en la que veo a las personas con las que convivo. A veces soy feliz conjugando el verbo ser, en presente, con el sustantivo loco y, simplemente, soy un loco feliz. A veces se va y choco con todo lo que veo, por ejemplo, hoy.
¿A quién se le ocurre pensar que el universo está conectado y que te envía señales? ¿qué fuma Coelho?
Por ejemplo, el miércoles cumplió Fran y escuché que estaban regalando boletas para Brokeback Mountain en Parque Lleras –THE perfect gift- No tenía dinero si no para regresar a mi casa. Lo que significaba una caminata de 45 minutos. La hice y cuando llegué, “los mandingas de la W se fueron hace como una hora”, dijo un cuidandero de carros –así lo escuché yo-. Otros 45 minutos de regreso con hambre.
Jueves, El Colombiano está regalando boletas dobles. Hoy tengo plata para dos buses, más el de regreso a mi casa y para otro periódico -para invitar, en total, a tres amiguitos-. Recorte cupón, diga mentiras en la agencia y salga a la cita con la “directora de la tesis”. Salgo, los carros no me dejan pasar, casi me atropellan. Me monto al bus, llego al Colombiano en Envigado, “no las pinches boletas se reclaman en la oficina del Poblado”- me respondió el vigilante. Tomo el segundo bus disponible hacia El Poblado, compro el segundo periódico, llego a la oficina a las 11 y media A.M. y “una fila larguísima de perras locas y escandalosas se llevó todas las boletas desde las 9 de la mañana”, dijo la secretaria –o así me lo imaginé yo-. 40 minutos caminando hasta la oficina.
La vida está llena de señales, muchachos, pequeñas señales. Solo que hay días, como hoy, en los que no las quiero escuchar hasta que ya es demasiado tarde. Mi falta de fe me cierra los ojos.
Me duele la razón…
Namasté.
Pd. Que bueno que a las “perras locas y escandalosas” ya cada vez les da menos temor demostrar quienes son. Nunca me hubiese imaginado una fila de personas reclamando boletas para ver una película de temática gay. I’m PROUD…literal y metafóricamente.
sábado, febrero 04, 2006
En tus zapatos…
¿Qué tan peligroso podría llegar a ser pensar como los demás?
El pensamiento humano está encasillado, o más bien, segmentado. Desde que nacemos nos encargamos de encajar en un grupo determinado; eso es muy notorio en el colegio, o en la universidad, inclusive. Siempre vamos a encontrar grupos de personas con características comunes: los ñoños, los deportistas, los góticos –que a veces se van por la senda górdica, jiji-, los “estrato 8”, los payasos –que en versión universitaria son los más alcohólicos-, la rosca – se la llevan bien con todos, están en algún grupo de ayuda comunitaria y, por lo general, uno de ellos es personero slash…, y tiene los ojos verdes, ¿No, Jorgito? mentiras -. Eso también ocurre en la adultéz, solo que son segmentos menos reconocibles –por lo menos en los países subdesarrollados- y por lo general, van marcados por el nivel económico y la cultura aprendida a lo largo de sus vidas.
Mi trabajo es aprender a pensar como todos ellos. Como cada segmento, por separado, pero en detalle. Que sienten, como hablan, que hacen. Hasta el momento he tenido que pensar como comedores de pollo, socios de un Club élite, camioneros, constructores, posibles motociclistas y compradores compulsivos. Por eso mi pregunta. El pensar tanto tiempo en función de otra persona / grupo, ¿altera mi pensamiento? De hecho el pensamiento de la gente está tan podrido que a veces me asusta la idea que pueda dejar secuelas –más de las que tengo- en mi mente. Hace días estaba haciendo un texto para una marca de llantas –antes de eso, desconocida para mí, ya la veo en todas partes- y me sorprendí a mi mismo, varias veces, viendo traseros femeninos en una actitud lo más de guache. Si es así, no me imagino planeando campañas de ropa interior femenina. Be aware of the lady inside of me.
Mi trabajo, de cierta forma, es seguir encasillando a la gente, hacerlos sentir que están en el lugar indicado. Y eso no me gusta. Antes prefiero sacarlos de casillas. Hacerles caer en cuenta que eso –cada cosa que hacen- no está bien. No a modo de obligación, si no un “¿no te parece que…?”, una opción contraria al conducto regular de sus pensamientos.
Los publicistas son, -como ya lo dije en un blog anterior- así como los músicos, los creadores de la filosofía contemporánea. Damos opciones de formas de pensamiento que, como personas, nos encargamos de adoptar guiados por la industria del entretenimiento y la –falsa- necesidad de estandarización -o segmentación- antes creada. We don’t have to belong to any site, group or what else. Gilles Lipovetsky, un filósofo moderno –filósofo de profesión, no músico o publicista-, exonera la función de los publicistas afirmando que nosotros solo damos la opción; que está en manos del ser humano, como sujeto, reconocer y desechar el mensaje para formarse como individuo. Pero, -sigo dándome latigazos- no es justo apelar al miedo y al ego para lograr objetivos de rentabilidad. Si, es fácil hacerlo. Axe nos dice “si lo usas, serás deseado” y Mora azul de Postobón nos dice “si no la pruebas no serás alguien” -lo peor es que el mensaje real es “si la pruebas serás un número”.
Injusto, ¿no les parece?
Namasté a todos.
El pensamiento humano está encasillado, o más bien, segmentado. Desde que nacemos nos encargamos de encajar en un grupo determinado; eso es muy notorio en el colegio, o en la universidad, inclusive. Siempre vamos a encontrar grupos de personas con características comunes: los ñoños, los deportistas, los góticos –que a veces se van por la senda górdica, jiji-, los “estrato 8”, los payasos –que en versión universitaria son los más alcohólicos-, la rosca – se la llevan bien con todos, están en algún grupo de ayuda comunitaria y, por lo general, uno de ellos es personero slash…, y tiene los ojos verdes, ¿No, Jorgito? mentiras -. Eso también ocurre en la adultéz, solo que son segmentos menos reconocibles –por lo menos en los países subdesarrollados- y por lo general, van marcados por el nivel económico y la cultura aprendida a lo largo de sus vidas.
Mi trabajo es aprender a pensar como todos ellos. Como cada segmento, por separado, pero en detalle. Que sienten, como hablan, que hacen. Hasta el momento he tenido que pensar como comedores de pollo, socios de un Club élite, camioneros, constructores, posibles motociclistas y compradores compulsivos. Por eso mi pregunta. El pensar tanto tiempo en función de otra persona / grupo, ¿altera mi pensamiento? De hecho el pensamiento de la gente está tan podrido que a veces me asusta la idea que pueda dejar secuelas –más de las que tengo- en mi mente. Hace días estaba haciendo un texto para una marca de llantas –antes de eso, desconocida para mí, ya la veo en todas partes- y me sorprendí a mi mismo, varias veces, viendo traseros femeninos en una actitud lo más de guache. Si es así, no me imagino planeando campañas de ropa interior femenina. Be aware of the lady inside of me.
Mi trabajo, de cierta forma, es seguir encasillando a la gente, hacerlos sentir que están en el lugar indicado. Y eso no me gusta. Antes prefiero sacarlos de casillas. Hacerles caer en cuenta que eso –cada cosa que hacen- no está bien. No a modo de obligación, si no un “¿no te parece que…?”, una opción contraria al conducto regular de sus pensamientos.
Los publicistas son, -como ya lo dije en un blog anterior- así como los músicos, los creadores de la filosofía contemporánea. Damos opciones de formas de pensamiento que, como personas, nos encargamos de adoptar guiados por la industria del entretenimiento y la –falsa- necesidad de estandarización -o segmentación- antes creada. We don’t have to belong to any site, group or what else. Gilles Lipovetsky, un filósofo moderno –filósofo de profesión, no músico o publicista-, exonera la función de los publicistas afirmando que nosotros solo damos la opción; que está en manos del ser humano, como sujeto, reconocer y desechar el mensaje para formarse como individuo. Pero, -sigo dándome latigazos- no es justo apelar al miedo y al ego para lograr objetivos de rentabilidad. Si, es fácil hacerlo. Axe nos dice “si lo usas, serás deseado” y Mora azul de Postobón nos dice “si no la pruebas no serás alguien” -lo peor es que el mensaje real es “si la pruebas serás un número”.
Injusto, ¿no les parece?
Namasté a todos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)